Por lo visto a lo largo de toda su carrera política, Macri se perfila como una especie de "el presidente sin corbata". Y, ante la sorpresa de muchos, será la propia Juliana Awada la que terminará de establecer un cambio de ritmo en los estilos de la ropa de las primeras damas argentinas. La empresaria tiene todo para convertirse en un ícono de la moda en el mundo de la política.
"Juliana logró conquistar al pueblo argentino desde la frescura. Se notó que estaba muy ensamblada a su marido a lo largo de toda la campaña y eso se reflejó en la ropa que se pusieron", añadió Fernández.
Luego de 15 minutos de discurso, entre saludos, besos y abrazos, el búnker de Macri explotó al ritmo de Tan Biónica, Gilda y Soda Stéreo. Cayeron los globos celestes y blancos y apareció su esposa, Juliana Awada, junto a Antonia, su hija. Con la pequeña en brazos, Awada lució una camisa blanca junto a un pantalón negro en el que sobresalía un cinturón engamado con la parte inferior.
"De cara al futuro, Macri y Awada van a seguir en la misma línea que transitan desde hace un tiempo: la frescura, la alegría y la renovación, en donde ambos se alejan de lo oscuro", explicó Benito Fernández. "La forma de vestir de él va a ser su sello de acá en adelante. El se presentará sin corbata todas las veces que pueda y su mujer lo hará sin maquillaje, con el pelo suelo y vistiendo colores frescos".
Juliana Awada merece un capítulo aparte en la historia. Su estilo rompió con todos los estamentos tradicionales de una futura primera dama y ella demostró estar preparada para darle un nuevo aire al rol de la esposa de un presidente.
"Yo siempre la comparo con Máxima Zorreguieta. Las dos están siempre aggiornadas a los looks modernos", analizó Fernández, quien destacó la minuciosidad y la inteligencia de la pareja para elegir el vestuario: "El ensamble realizado les resultó muy positivo. Fueron naturales desde los gestos hasta en la armonía para combinar los estilos. En la actualidad, con la moda, la ropa y los gestos, se puede transmitir muchas cosas. La imagen es muy importante, sobre todo cuando ejercés un cargo con tanta exposición", le dijo a Infobae.
Macri, fiel a su estilo, no utilizó saco ni corbata para dar su primer discurso tras ganar el ballotage
Mauricio Macri demostró seguridad y constancia en su estilo que exhibe ante cada aparición. Ya en la mañana, a la hora de votar en la escuela Wenceslao Posse, el candidato de Cambiemos fue fiel a su look. Vistió una camisa celeste y un pantalon blanco. "En la elección de los colores para ir a votar, Macri estuvo bien acompañado con el celeste y blanco. Seguramente apostó por esta combinación para emular los colores de la bandera argentina", analizó a Infobae Sergio Company, experto en imagen y panelista del programa "La jaula de la moda".
El negro de la derrota
En la otra vereda, estuvo presente el negro de la derrota. Tanto Daniel Scioli como Karina Rabolini se mostraron con looks más relajados que los habituales. A ella se la pudo ver con desilusión, enfundada en color negro y ya sin el peinado a lo Jackie Kennedy. Esta vez salió a escena con el pelo suelto. Fue todo un mensaje que Rabolini haya decidido modificar el estilo que mantuvo durante los últimos meses de campaña.
El color negro que eligió la empresaria para aparecer en el búnker del Frente para la Victoria reflejó el dolor de la caída en el ballotage, luego de haber ganado las elecciones en primera vuelta. Por su parte, Scioli dejó de lado la corbata, pero mantuvo la camisa blanca y el saco azul.
A lo largo de sus apariciones públicas, Scioli y Rabolini no terminaron de ensamblar sus estilos como sí lo hicieron Macri y Awada.
"En los últimos días, Karina apeló bastante a los colores oscuros y encima ahora en el cierre de las elecciones eligió el negro, lo cual contrastó mucho con la transparencia y la frescura de la pareja ganadora", dijo Fernández.
Gentileza: Infobae