El fotógrafo mexicano Jaime Ávila viajó por varias semanas a Japón para participar en 24 Hour Project, así como para desarrollar un proyecto personal en el que estuvo perdido en Tokio, durante 24 horas continuas.

Esta experiencia le permitió involucrarse en el hermetismo que mantiene la cultura japonesa hacia su folklore y que contrasta con la sociedad empapada en tecnología. Realizó una serie fotográfica a la que tituló Hanami y que explora la festividad alrededor del florecimiento de los árboles de cerezo en ciudades como Kyoto, Osaka e Hiroshima.  

Presentamos una selección de esta serie de fotografías y un breve artículo realizado por el propio Jaime Avila:
Hanami
Siempre había pensado que los árboles de cerezo y su florecimiento en primavera era algo sobrevalorado y que era algo que apreciaba solamente un sector de fanáticos japoneses, similar al mundo de los cómics y videojuegos. Incluso cuando planeaba un viaje a Japón, noté que mis fechas coincidían con la época de florecimiento de los Sakuras y no le di mucha importancia.
Al llegar a Japón, principalmente Kyoto, Osaka e Hiroshima se encontraban en le punto más alto del florecimiento de estos árboles, la época más alta del “Hanami”, que se traduce literalmente como: “apreciación de flores”. Ahí me di cuenta que, lejos de estar sobrevalorado, es algo que culturalmente está arraigado en los japoneses, inculcado desde el Taoísmo y el Budismo.

Como fotógrafo y X-Photographer de Fujifilm, nunca me había sentido tan atraído por retratar o, simplemente, observar la naturaleza. Pienso que esta tradición es una de las muchas que bien deberíamos adoptar en occidente. La admiración es el punto máximo de respeto hacia la naturaleza y tenemos todavía un mundo por aprender sobre ese tema.
www.jaimeavila.com

gentileza: a!Diseño

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