La industria del diseño, la gestión del talento y la educación, el diseño como constructor de futuros e identidades o su relación con la innovación y el emprendimiento serán algunos de los temas que trataremos en esta sesión.
Porque creemos en el diseño como herramienta para repensar nuestra sociedad, la manera de relacionarnos entre nosotros y con nuestro planeta. Porque el buen diseño va más allá de lo funcional, más allá de lo estético. Es una actitud. Es ético. Es político. El buen diseño es economía, es industria y es cultura, capaz de derribar muros y sacudir conciencias. Es transformador. Es sostenible. Es inclusivo y democrático. Sin prejuicios ni estereoptipos de por medio. Y es capaz también de crear futuros. Sin fronteras. Sin trincheras. y es por eso, porque creemos en el enorme poder del buen diseño, que creemos en un ministerio que ayude a gobernar. A gobernar desde el diseño.