Para establecer un presupuesto mensual debes determinar el sueldo o los ingresos líquidos que percibes en forma regular. Es decir, lo que recibes como salario descontados los impuestos y deducciones. Si te pagan una vez al mes, es fácil: es el monto del salario que te entregan. Si no es así, puedes calcularlo de la siguiente manera:
Si te pagan en forma quincenal, multiplica por 2,167
Si recibes un sueldo mensual no hagas nada.
Si tus ingresos anuales son irregulares, divide el monto entre 12.
Posiblemente desees añadir también otras fuentes de ingresos, como los que obtienes por intereses, pensión alimenticia, manutención de los hijos, bonos de desempeño, dividendos de acciones o arriendos y otros pagos. Debes sumar todos estos ingresos también.
¿Cuánto se te descuenta por mes?
¿Tienes descuentos por impuestos?
¿Cuánto se te descuenta por seguro de cesantía?
¿Cuánto es tu sueldo base?
¿Cuánto se incrementa por bonos de colación, locomoción y eventuales horas extras?
Aquí es donde anotas todo lo que te parezca que vas a gastar en distintas categorías: colegio, renta o hipoteca, seguro médico, cuota de crédito de consumo, etc. Puedes modificarlas para que se adapten mejor a tus necesidades. No olvides incluir todos gastos.
Después de crear tu presupuesto, tienes que llevar un control de tus ingresos y gastos reales. Esta información te ayuda a entender cualquier "variante presupuestaria" ? la diferencia entre el monto que proyectaste gastar (presupuesto) y lo que realmente gastaste (gasto real) en el mes o período.
Al identificar tus gastos mensuales, es posible que necesites recortar algunos gastos. Algunos son más fáciles de recortar. Por ejemplo, tienes que pagar el dividendo o arriendo de tu casa y realizar las compras del supermercado, pero podrías pasar sin ver esa película nueva. Tratar de gastar menos es normalmente un mejor punto de partida que cortar del todo un gasto. Te sorprenderás al ver cuánto dinero puedes ahorrar simplemente siguiendo un plan.