Comenzar un nuevo Festival es siempre una emoción. Y la Ceremonia de Apertura de la 32ª edición no fue la excepción. Con la sala Astor Piazzolla colmada de personalidades de la industria cinematográfica quedó oficialmente inaugurada la verdadera fiesta del cine.
«EL FESTIVAL ES UN PUENTE ENTRE LA ACADEMIA Y EL CINE»
Homenajes II y cinegrafías
Las estrellas se hicieron presentes en la Alfombra Roja y la noche empezó a iluminarse. Todo era expectativa por lo que la velada ya presagiaba. Axel Kuschevatzky, conductor del evento, dio inicio a la Gala tan esperada. Conocedor del mundo cinematográfico, Kuschevatzky celebró que el Festival acerque el cine a la discusión cotidiana de la gente, y definió la singular experiencia compartida de estar en una sala cinematográfica como “un viaje único e irrepetible”.
Luego llegó el turno del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales -INCAA-, Ralph Haiek, quien agradeció el apoyo recibido por el Ministerio de Cultura de la Nación, el gobierno de la provincia y la intendencia de Mar del Plata para realizar el Festival, y le brindó un agradecimiento muy especial a su presidente, el gran José Martínez Suárez, por su constante pasión y empeño para llevar adelante, año tras año, cada una de las ediciones de esta cita cinéfila.
En la misma dirección fueron las palabras de Fernando Juan Lima, vicepresidente del INCAA, que además de agradecer la presencia de quienes colmaron el Teatro Auditorium, recordó el “lugar de libertad y encuentro” que es propio de la ciudad, una Mar del Plata que, según él mismo definió, es “parte de nuestra historia”.
A continuación, se vivió uno de los momentos más emotivos y vibrantes de la noche. Inaugurando una serie de breves proyecciones que recordaron la rica historia del Festival, la blanca pantalla del escenario se iluminó con las imágenes de Un homme et una femme (1967), la multilaureada e icónica obra de uno de los invitados de honor de este año: Claude Lelouch.
Por si esto fuera poco, la Banda Municipal deleitó a los presentes con una exquisita versión en vivo de la Suite de Francis Lai, la inolvidable banda sonora de la película. Cuando el mismísimo Lelouch saludó desde la primera fila, un público ya exultante lo aplaudió de pie, brindándole un más que merecido homenaje a uno de los más notables creadores del séptimo arte.
Pero el que sería el momento más esperado de la Gala vendría un momento después. Axel Kuschevatzky anunció con emoción al siempre jovial José Martínez Suárez. Como no podía ser de otra manera, el presidente del Festival -que cumple diez años a cargo de esa función- recurrió al humor que lo caracteriza para comenzar un sentido discurso. Recordó su infancia, sus inicios en el mundo del cine, y hasta se emocionó al pedir “cuidar la literatura y el cine argentinos, y a nuestros maestros”. Sobre la pantalla, las imágenes trazaban un recorrido de sus recordados trabajos como director.
Mirtha Legrand, Tita Merello, Graciela Borges y Norma Aleandro -presente en la sala, y quien recibió en el escenario un ramo de flores de parte de Ralph Haiek- cerraron la serie de merecidos homenajes que propuso esta 32° edición.
Por último, Peter Scarlet, director artístico del Festival, hizo una erudita introducción cinéfila a la película de apertura, Madame Hyde, e invitó a dos de las grandes visitas de este año: a su director, Serge Bozon, y al actor y también realizador Pierre Léon. La efusividad y el entusiasmo marcaron las palabras de Bozon, mientras que Léon –sobre quien el Fetival realizó una bella retrospectiva en la 31° edición- dijo sentirse como en su casa.
Estaba todo dispuesto, entonces, para acomodarse alegremente en la butaca y disfrutar de la película de apertura: Madame Hyde.
Lo que viene son diez días a puro cine. A prepararse, catálogo en mano, para vivir un gran Festival.
