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La carrera de arquitectura tiene por objeto formar profesionales competentes para organizar y diseñar de manera funcional y estética los espacios en donde se desarrolla la vida del hombre. Pero con ese rigor que propone la carrera , también se puede "romper el molde".
Y al igual que todos los proyectos que se encaran, hay distintos componentes necesarios como la pasión por el diseño y la curiosidad por innovar constantemente. En este contexto, Infobae entrevistó a cuatro jóvenes arquitectos argentinos acerca de sus proyectos, su fuente de inspiración y hacía dónde creen que va la arquitectura.
Lucas Ripani: "Busco que cada uno de mis proyectos tenga una impronta propia que se diferencie y genere un impacto nuevo en el consumidor"
Contar una historia, crear un concepto, y que se plasme del modo más real posible. Para Lucas Ripani esa es la clave y por donde empieza y gira cada una de sus obras. El joven arquitecto de 29 años arrancó su camino laboral mientras estudiaba en la FADU de la UBA. "Empecé en el 2015 cuando me contactó Juan José Ortiz para realizar la obra del bar Chupitos en San Telmo. A partir de ahí formamos una alianza y continué a cargo de todos los locales como el arquitecto principal, entre ellos la franquicia de Recoleta, La Plata, Villa Gesell y Punta del Este".
En el 2017 lo vuelven a convocar para lo que sería una gran apuesta: Boticario Bar, en Palermo. "Además de ser una de las obras con mayor repercusión de mi carrera, es a la que le tengo mayor estima. Fue hecha a pulmón y corazón, le dediqué días y noches enteras. Tiene muchos detalles artesanales e improvisados en obra. Eso lo hace único e irrepetible".
A partir de allí lo empezaron a llamar para diseñar distintos proyectos gastronómicos como Parque Bar, Gintoneria Rosario, Tomate, Duca Café, Wellbar, Punto Vegetal, 70 30 Beer House, Logia Ahumados, Braus Tienda de Café, Mataderos, Donuts Therapy, Juan Pedro Caballero, entre otros.
Ripani contó a Infobae que la premisa que prevalece en cada uno de sus diseños es pensarlos cómo si la inversión fuera propia. "Me comprometo al máximo en cada etapa del diseño, como también en la obra, y en la administración de recursos. Busco que cada uno de mis proyectos tenga una impronta propia que se diferencie y genere un impacto nuevo en el consumidor. Es muy importante que mis proyectos estén compuestos por materiales reales, fieles a lo que el concepto quiere transmitir. Por ejemplo, la utilización de vegetación natural, maderas reales, hierro oxidados de manera natural. Hago búsquedas en desarmaderos o anticuarios para seleccionar cada uno de los componentes".
En Parque Bar, otra de sus obras predilectas, inspirada en parques famosos del mundo, desarrolló un concepto donde no existen los límites entre el adentro y el afuera, donde la vegetación y el verde conviven en ambos espacios. "La idea fue crear un lugar donde la naturaleza esté humanizada, jugar con la sombra y luz como textura. Es una experiencia sensorial para desconectarse de lo urbano y conectarse con lo natural".
Lo más motivador de los proyectos emprendidos, según Ripani, tuvo que ver con la versatilidad y libertad para desarrollar un concepto, contar una historia, y generar una experiencia en el consumidor. "Cada uno representa un nuevo desafío, una nueva oportunidad para reinventarme como arquitecto y diseñador", finalizó el joven que se ganó un lugar por su arquitectura y diseño en el mundo gastronómico.
Tamara Balyan: "Me encanta ver que el diseño puede ser inteligente, aportar valor, generar emociones, y ser compartido"
Es una egresada de la UBA que le dio una vuelta de tuerca a la profesión y unió la Arquitectura con el Branding. "Hice un posgrado en Branding. Es decir, el diseño y gestión de marcas aplicado a la arquitectura. Tengo mi propia firma, local, donde hacemos arquitectura, branding, interiorismo y diseño. Diseñamos espacios donde importa la experiencia del usuario, tanto para diseño residencial como de oficinas y locales comerciales".
Baylan contó que su carrera la fue llevando a un lugar no tan convencional para una arquitecta. Y mientras sus compañeros de facultad iban aprendiendo más de proyectos, ella se abría paso por un camino que no estaba tan claro y que era diferente. "Iba capacitándome en comunicación, interiorismo, obra, economía, branding y marketing. Eso hizo que me parara en otro lugar y ser una profesional que ofrece algo diferente al de un arquitecto proyectista. Al juntar arquitectura y branding, pienso estrategias, aplico conceptos y los materializo. Me encanta ver que el diseño puede ser inteligente, aportar valor, generar emociones, y ser compartido. En cualquier campo, un diseño bien pensado cambia la ecuación".
Eso es lo que se propone lograr desde Local y explicó cómo fue su camino como emprendedora: "Trabajar por mi cuenta fue un proceso. Primero trabajé unos tres años en relación de dependencia y, de a poco, fui teniendo proyectos propios hasta que me animé a independizarme. Emprender es hermoso. No es para cualquiera, no hay garantías y hay que darle muchísimo tiempo y energía. Pero la libertad de decidir para dónde se quiere ir y la gratificación a cada paso es enorme".
Camila Lucia Giovini: "Las soluciones arquitectónicas tienen que ser una creación conjunta"
Tiene 25 años y, si bien le quedan pocas materias para recibirse, ya dio grandes pasos en el mundo de la arquitectura y se destaca por su propuesta y especialización. "Junto a Gabriel Costa decidimos empezar con Digital Renders luego de realizar cursos e interiorizarnos en la modelización tridimensional. Creemos que se trata de una rama importante de la arquitectura ya que permite a los clientes entender y visualizar un proyecto previo a su construcción". Ellos se especializan en imágenes interiores y exteriores realistas, videos, imágenes 360 adaptándolas siempre a lo que el cliente busca.
Su proyecto preferido es el que hace junto a la empresa Tango Winds, que desarrolló una nueva tecnología de generación eólica. A partir de ella una vivienda puede generar energía en cantidades que exceden holgadamente sus necesidades y, de esa manera, recuperar el costo total de la propiedad en pocos años, a partir del ahorro que supone el consumo de esa energía y de la venta de excedentes a la red o a consumidores vecinos.
Giovini explicó: "Por una cuestión de aerodinamia, un diseño circular es el más adecuado en términos de eficiencia. Por eso, en esta instancia, estamos desarrollando conjuntamente un modelo de viviendas eólicas circulares de 5m de diámetro, pensadas para un nivel socioeconómico medio, en la cual nosotros nos estamos ocupando de realizar los renders interiores y el diseño de los espacios".
En una segunda instancia van a trabajar en lo que ellos llaman arquitectura eólica, que hace referencia a la disposición de las diferentes unidades que conforman una ciudad eólica, uno de los objetivos principales que se propone Tango Winds. Giovini confesó: "Es claramente nuestro proyecto preferido principalmente porque se trata de un concepto disruptivo ya que incorpora al consumidor como protagonista en el proceso de obtención y administración de la energía. Se trata de un desafío súper estimulante y una experiencia enriquecedora poder aportar nuestra visión arquitectónica y darle forma a un concepto tan revolucionario".
Según la joven la clave para que un proyecto sea exitoso tiene que ver con saber interpretar las necesidades del cliente y trabajar codo a codo con ellos.
"Estamos convencidos de que las soluciones arquitectónicas tienen que ser una creación conjunta entre el cliente y nosotros. En el caso de Tango Winds, el desafío es enorme porque no es fácil imaginarse una vivienda circular. Hicimos un trabajo muy bueno y hemos logrado representar un espacio muy real. Uno observa los renders y se da cuenta enseguida de que es una casa totalmente vivible, con detalles de calidez y practicidad que combinan perfectamente con lo novedoso y vanguardista".
Javier y Francisco Cotello: "Buscamos que los proyectos estén integrados con el entorno, que sean austeros y nobles"
Son hermanos y socios. Ambos arquitectos, arrancaron su empresa, CyC Arquitectura, mientras estudiaban en la UBA. "Desde muy chicos fuimos apasionados por el hacer y el crear y casi sin darnos cuenta empezamos a crear nuestra desarrolladora. Esta fue creciendo con los años con mucha dedicación y esfuerzo. Trabajamos de día y de noche haciendo locales. Entrelazábamos el trabajo con los estudios de la facultad, fue un camino de mucho trabajo pero realmente increíble", dijo el más joven de los hermanos.
"En el 2005 comenzamos a trabajar con SONY con arquitectura comercial, realizamos proyectos de locales y stands, tanto en Argentina como en otros países de la región. Nos dedicábamos al proyecto, a su construcción, controlando todo el proceso y manteniendo la calidad. Realizamos más de 40 locales comerciales y una gran cantidad de stands y puntos de venta. Fue un entrenamiento muy intensivo, teníamos que cumplir con una altísima exigencia de plazos y calidad", afirmó. Toda esa experiencia que les dio el retail la supieran capitalizar en los emprendimientos inmobiliarios que hoy son el fuerte de su empresa.
En el 2007 empezaron a construir edificios en propiedad horizontal. Hacen un trabajo integral: buscan el terreno, realizan la factibilidad, consiguen los inversores y lo construyen. Llevan alrededor de 15.000 m2 ya construidos y están trabajando con proyectos en Nuñez, Saavedra y Villa Urquiza.
"Vamos por nuestro séptimo emprendimiento. El último tiene una superficie de 4800 m2, 8 pisos y 40 departamentos", detalló. ¿Cuál es su sello? Javier respondió: "Buscamos generar viviendas con mucha luz, con espacios amplios y con materiales nobles, sobrios y que tengan durabilidad. Buscamos que los proyectos estén integrados con el entorno, que sean austeros y nobles. Que la vegetación entre en las diferentes unidades. Tenemos un trato muy personalizado y un vínculo muy estrecho con cada uno de nuestros inversores. Tratamos de seguir de cerca cada detalle del emprendimiento. Nos apasiona absolutamente lo que hacemos: generar, diseñar, crear, la búsqueda de materiales y la estética".
En términos generales el arquitecto explicó que la arquitectura va hacia la sustentabilidad y que la construcción tiene mucho para incorporar y evolucionar. Y concluyó: "Estamos en una era que avanza a pasos agigantados y creo que tenemos que trabajar mucho para que la arquitectura evolucione tanto sus técnicas constructivas como sus materiales. Vamos hacia una arquitectura que conviva con el medio ambiente y que genere calidad de vida en sus habitantes".
