Ronald Shakespear nació en Rosario en 1941 y fue su padre el encargado de transmitirle la pasión por los colores rojo y negro. Realizó sus estudios en nuestra ciudad y luego se radicó en Buenos Aires, donde desarrolló su carrera. “Mi papá era socio de Newell’s. Fui a Rosario hace unos meses a presentar mi muestra de fotografía y mi mujer Elena me llevó a la cancha. Hacía 70 años que no estaba ahí. El club está lindísimo, volver fue emocionante”, confió Ronald. 

En la Capital fundó -hace más de 50 años- “Estudio Shakespear”, uno de los estudios de diseño más antiguos del país. Entre los trabajos más importantes que realizaron a lo largo de los años se encuentran la señalización de las ciudades de Córdoba y Buenos Aires, identidad del escudo del Club Atlético Boca Juniors y el trabajo con las marcas del Subte de Bs. As., Parque de la Costa y bioparque Teimakén, además de reconocidos centros comerciales y empresas destacadas. 

“Trabajamos en marcas que le llegan a la gente, que tienen mucha incidencia urbana y que, por lo general, involucran a un público muy grande. Son marcas y proyectos vinculados al ambiente público”, destacó Juan Shakespear, quien hace más de 20 años comparte la profesión y el trabajo con su padre. Y agregó: “Entendemos que cada proyecto es único y corresponde a un momento determinado. Nos gusta trabajar con gente joven porque le dan una energía diferente a los proyectos, la energía que te dan las ansias por aprender”. 

Los trabajos con la heráldica de Newell’s Old Boys 

Consultado sobre el trabajo realizado con los emblemas distintivos leprosos, Juan Shakespear expuso que, luego de una revisión, concluyeron en que “el escudo estaba un poco atrasado” y afirmó que “es complejo trabajar estos proyectos porque no son una marca comercial, sino algo que tiene que ver con los afectos, con el corazón”.   

“El pedido que recibimos fue de generar una revisión que corrigiera algunas cosas, generar una estética que lo volviera más contemporáneo, pero todo con la premisa de conservar los valores. El trabajo que hicimos es un trabajo muy fino, muy delicado, cuidando el respeto por el escudo. Corregimos cosas como la línea estética y la orientación de las siglas NOB”, explicó. 

Tanto el escudo oficial como el histórico se trabajaron de manera conjunta y todas las modificaciones fueron consensuadas con la institución. El resultado logra una imagen más moderna, contemporánea, que se adapta a las nuevas generaciones. “Los clubes importantes deben dar el ejemplo del paso del tiempo, de cómo se debe estar. Newell’s hace muy bien en trabajar en esa vanguardia, en respetar la historia y pensar el futuro del escudo”, destacó Juan. 

Por su parte, Ronald agregó: “Cuando uno se mete con la historia hay que tener cuidado. Este proyecto lo hicimos con total cariño y es una donación. No queríamos lucrar con el club de mis amores”. 

El cambio más notorio en el emblema oficial es el que corresponde a la orientación de las siglas NOB. “Ningún hincha quiere que a Newell’s le vaya mal, y la inclinación de las letras hacia abajo, hacia la letra B, indicaba una vocación que no es cierta. Era un error estratégico”, subrayó Ronald. Mientras que Juan añadió: “Se remplazó la tipografía, pero las cosas constitutivas del escudo se mantuvieron al 100%; las resignificamos y las acondicionamos al hoy. El escudo era muy gordo y la corona (la parte superior) estaba muy puntiaguda. Estilizamos todo eso y lo hicimos más moderno”. 

Para concluir, Ronald Shakespear admitió: “No queremos que el día siguiente la gente se enamore del escudo, estas cosas tardan. Creemos que va a demandar un tiempo, no sólo para la aceptación de los hinchas, sino para enamorarse del escudo”.