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Hay demasiada competencia, pero aún así hay formas de diferenciarse. Aunque hay excepciones y gratas sorpresas, el nivel de servicio en diferentes industrias es tan mediocre, que si usted se destaca yendo más allá de lo prometido, los clientes lo premiarán con su preferencia.
Las carencias de servicio de los demás son una enorme oportunidad de diferenciación para usted. Escoja la industria o el sector que quiera. Preste un servicio alucinante, demencial, cumpla lo que promete, sonría, sea coherente con los procesos; y en pocos años, puede ser líder del mercado.
Por esta falta de compromiso con el servicio es que muchas compañías se merecen su destino. ¿Cómo pretende que la gente le vuelva a comprar y lo recomiende si todo es un problema?, ¿Si no cumple las promesas o le da largas a los temas?, ¿Si comunica una cosa en su publicidad y la experiencia del cliente en la vida real deja mucho que desear? Las compañías son víctimas de su propia actitud y comportamiento desinteresado frente a los usuarios.
El desinterés en el servicio de muchas compañías, es una oportunidad de oro para quienes están dispuestos a hacer la diferencia. Para quienes definen claramente procesos pensando en los clientes. Para quienes empoderan a sus equipos para que resuelvan problemas con rapidez. Para quienes constatan que en la práctica se están haciendo las cosas y que no es simple retórica. Para quienes se esmeran por contratar y entrenar personas con actitud de servicio.
Cuando usted como usuario de múltiples proveedores evalúa la experiencia, se da cuenta que muy pocas empresas hacen algo. Por eso, destáquese y sorprenda, sea alucinante. Llame a hacer seguimiento, cumpla la promesa, haga lo que dijo que iba a hacer, preste un servicio espectacular, o comuníquese con los clientes para mantenerlos al tanto de cualquier novedad. Es así de “simple”.
Algo básico pero muy escaso. Por eso es una enorme oportunidad.
¿Quiere liderar su mercado? Preste un servicio demencial de manera consistente. Superará muchos competidores que sobreviven porque mi Dios es muy grande; o porque no hay nada mejor en el mercado. Aproveche esa gran oportunidad. Sorprenda, desmaye y haga la diferencia.
