La forma del primer botón regresa en toda la producción de AARIKKA, donde los singulares y funcionales discos bidimensionales se vuelven esferas de madera natural primero y colorados después, de varias medidas y diversos añadidos, juntando entre ellos animales y las famosas ovejas, recuerdo de la infancia de la diseñadora, engarzadas en la composición de collares y joyas para después volverse bidimensionales y agregarle in patern realizados con materiales acrílicos y transparentes junto a los naturales, para ser atravesados por la luz en forma de círculos llenos y agujereados.
El círculo vuelve en su logo donde hasta las letras de los caracteres del logotipo de la empresa, il Futura diseñado por Paul Reiner en 1928 evidencian las formas circulares, casi perfecta en la O del carácter y todavía más en el agudo rediseño de la oreja de botones de la R donde esto es sustituido con un círculo puede ser leído como clave interpretativa del proyecto AARIKKA comprendido en su capacidad de la totalidad de la empresa clave en la función de la figura proyectista del empresario, un modelo nuevo para la época que consiste en controlar todas las fases de definición según Renato de Fusco, la feno menología del diseño, osea del proyecto, la producción, y venta del consumo de un objeto de diseño, cuatro fases donde vuelven a entrar todos los actores participantes antes en el proceso, comprometidos en la única figura del artesano. AARIKKA demuestra saber hacer frente a la complejidad del proceso, absorbiendo en su interior la elaboración del proyecto, las fases productivas, la apertura de los puntos de venta y a través del análisis del marketing el pulso de la demanda ligada al consumo de sus productos.
Pero ahora alcanza a controlar:
El aspecto de la comunicación a través de un simple y eficaz sistema de identidad visual que hace del Futuro su característica y del rojo su color de bandera.
El aspecto de la fotografía empleada como instrumento excelente de investigación y de relato de una serie de objetos, joyas particularmente, y de una sociedad en profunda transformación.
El aspecto de la preparación, cuidada y esmerada en los puntos de venta y en todas las ocaciones de exposición, ya sean muestras, ferias o celebraciones.
El aspecto del packaging que define la complejidad de la estrategia empresarial dirigida no solo al mercado interno sino muy interesada al internacional.
En la empresa AARIKKA se experimenta aquello que caracteriza el diseño de los países escandinavos, en particular el Finlandés, la artesanía mecanizada, incluida como una convivencia pacífica entre la artesanía y las modernas técnicas de producción, sin ningún nostálgico retorno al pasado.
Pero el círculo es también la expresión de una visión completa, donde todo vuelve, se ve a la empresa, comprometida en mirar y escuchar al mercado y todavía antes, los cambios en la sociedad que vuelven obsoletos algunos proyectos aunque fueran gran éxito como los botones en los cuales se suspendió la producción en los años 70 y de los juguetes en los años 90 y se solicitaron de nuevo.
Complejidad que reencontramos en la producción AARIKKA donde es posible observar diversas categorías de objetos que corresponden a la persona en sus diferentes edades, la casa como decoración y adornos (Objetos de decoración, jarroncitos etc.) ligados al compartir y convivir y hasta a la seguridad de la persona como los pequeños objetos reflectores que admiten ser visibles hasta en la oscuridad en la larga noche finlandesa. Nunca se pierde de vista la relación indisoluble entre forma y función, así como se expresa magistralmente en el primer objeto de marca AARIKKA que es el botón de madera, a pesar de las pequeñas concesiones hechas con la producción de objetos estacionales.
Debemos reconocer que era fácil perderse en una producción exitosa y abandonar la búsqueda y la experimentación, se ha siempre mantenido un equilibrio controlado entre diseño, ironía y romanticismo, teniendo siempre bien presente los criterios ligados a la calidad de la vida, el aspecto del ambiente, el uso de materiales y tecnología locales.
Pero esto no ha sucedido gracias a la mirada previsora de Kaija Aarikka se ha acompañado hasta el fin de sus días, la empresa para entregarla madura y crecida a la hija que ahora se ocupa íntegramente de ella, cuya producción está totalmente embargada de una pensativa liviandad.
A kaija Aarikkase adaptan justo los versos de una poetisa polaca como Wislava Szymborska, extraídos de la poesía
Elogio de los sueños.
En sueños
pinto como Vermeer
Hablo correctamente el griego
y no solo con los vivos.
Guío el automóvil
que me obedece
Tengo talento
escribo grandes poemas
oigo voces
no peor que las autoridades Santas
Se asombrarían de mi virtuosismo en el piano
Vuelo como se debe
osea con mis fuerzas
cayendo de un techo
se caer dulcemente sobre el verde
No tengo dificultad
Poesía del mes
de respirar bajo el agua
No me lamento
he podido encontrar la Atlántica
Me alegro siempre de despertarme
antes de morirme.
Apenas estalla una guerra
giro sobre el lado preferido.
Soy, pero no debo serlo
una hija del siglo
Hace algunos años
he visto dos soles
y antes de ayer un pingüino
con la mayor claridad.
Soy pero no debo serlo, la hija de un siglo. Pienso de ella bastante el período difícil histórico, la juventud y la inexperie4ncia inicial, la periferia de su país, las pequeñas dimensiones de la locación de la empresa, lanzar su mirada sobre el panorama contemporáneo y ha sabido y querido no ser una hija del siglo, en el sentido de proyectar y colocar un pensamiento más allá de los límites de su tiempo con una visión de futuro que ha sustituido prepotentemente a la observación del presente.
La longevidad de la empresa y su capacidad de renovarse sin traicionar los principios de la tradición del diseño finlandés, son la continua confirmación.