Francia se consagró campeón del Mundial de Rusia 2018. El conjunto galo sumó la segunda estrella de su historia, justo 20 años después de la primera, obtenida en condición de local en 1998.
En la final, disputada en el estadio Luzkniki de Moscú, el equipo conducido por Didier Deschamps se impuso por 4-2 con los goles de Mario Mandzukic, en contra de su propia valla, Antoine Griezmann, de penal tras la intervención del VAR, Paul Pogba y Kylian Mbappé. Para Croacia anotaron Ivan Perisic y Mandzukic.
Los croatas salieron a adueñarse del partido desde el inicio. Con un alto grado de concentración y de manejo de pelota, lograron imponer su presencia en el campo rival. Francia no podía salir del asedio y jugaba peligrosamente cerca de su área.
Sin embargo, una acción desafortunada para Croacia iba a derivar en la apertura del marcador. Sobre los 18 minutos, Antoine Griezmann ejecutó un tiro libre, la pelota cayó en el área y, en su intento por despejar, Mario Mandzukic cabeceó y convirtió en contra de su propia valla. Fue el 1-0 para un conjunto galo que poco había hecho para merecer la ventaja.
La conquista abrió el partido y emparejó el desarrollo. A pesar de la confusión, Croacia encontró poder de reacción. A los 27', en una jugada preparada a la salida de un tiro libre, la defensa francesa no pudo rechazar e Ivan Perisic se lució con un estupendo remate desde el borde del área para decretar el 1-1.
El encuentro ganó en intensidad y en emoción. La polémica también tuvo su lugar cuando, sobre los 34', Perisic mandó una pelota al córner con la mano. Los futbolistas franceses explotaron con sus reclamos y el árbitro argentino Néstor Pitana decidió recurrir al VAR para, finalmente, cobrar penal. Antoine Griezmann se paró frente a la pelota y, con un certero disparo, marcó el 2-1 con el que el elenco galo retomó la ventaja.
La segunda parte comenzó con una intervención clave del arquero Hugo Lloris, quien alcanzó a desviar y mandar al córner un potentísimo remate de Ante Rebic. La acción del guardameta del Tottenham fue clave para mantener el triunfo parcial.
La figura de Kylian Mbappé comenzó a gravitar. A los 51', avisó con una corrida en la que llegó hasta el fondo y definió al primer palo, pero se topó con la buena cobertura del arquero Subasic. Tras unos minutos de confusión por la invasión al campo de juego de un grupo de activistas, el joven del PSG volvió a ser determinante con su velocidad y control por la banda: dio el pase para Griezmann que, de espaldas, asistió a Paul Pogba. El del Manchester United remató de derecha y la pelota pegó en un defensor, pero capturó el rebote y sacó un latigazo de zurda que se convirtió en el 3-1 a los 58'.
Todo indicaba que el equipo de Deschamps estaba para ampliar la diferencia. Sobre los 65', Mbappé aportó su cuota goleadora con un remate de media distancia por lo bajo. Francia ya estaba 4-1, se floreaba y parecía que la distancia podía ser aún mayor.
l predominio absoluto de los galos ingresó en un momento de tensión cuando el arquero Lloris cometió un grosero error que le permitió descontar a Croacia. Umtiti jugó hacia atrás, el capitán francés intentó salir jugando y Mandzukic le robó la pelota para marcar el 4-2.
Croacia intentó, pero con más ímpetu que juego. Fue con el corazón, pero no pudo quebrar a la asentada defensa francesa. Los galos apostaron al contraataque en el cierre y así cerraron un encuentro memorable.
Pitana indicó el final del encuentro y se desató la alegría francesa. Brotaron las sonrisas, las lágrimas y los abrazos entre futbolistas y cuerpo técnico, quienes coronaron una campaña espectacular con el título más ansiado. El premio mayor en Rusia fue para una extraordinaria generación de jugadores galos.
Fuente: Infobae y Clarin