"Empecé el proyecto sin conocer bien del tema", recuerda el fotógrafo. Eso fue hace dos años, y ahora todo cambió.
"Al principio era todo muy bizarro, muy gracioso", pero después de investigar, "te das cuenta que tiene una cosa muy profesional. Ellos se hacen los trajes, toman cursos de maquillaje. Es el fanatismo por un personaje de ficción llevado a un extremo".

Sus imágenes reflejan varias facetas del arte de disfrazarse, como la preparación, el viaje hacia la expo o actividades diarias. Los cosplayers retratados son, en gran medida, asiduos de convenciones de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque también los hay de otras partes de la provincia.

"Trataba de mostrar que esta gente además hace otras cosas comunes, trabajan de otra cosa". En la semana son arquitectos, empleados, estudiantes, y durante el fin de semana son un superhéroe: de ahí el nombre de la exposición.
La mayoría, cuenta Fabián, coincide en reconocer que su disfraz es un homenaje a esos héroes que les llenan de tantas alegrías.