tradicional bebida compuesta por limón, sal y cerveza, poseía entre los consumidores locales. Los datos relevados nos llevaron a interpretar y seleccionar los recursos gráficos ideales para representar el espíritu de la misma y, para nuestra satisfacción, creemos haber logrado una pieza sumamente pertinente”- continúo afirmando el reconocido diseñador argentino. En efecto, el que toma contacto por primera vez con el packaging de Becker Michelada se sorprende por lo descontracturado de sus trazos, por una estructura informal y cercana (que refleja el concepto de un trago listo para tomar) y por un layout general basado en textos e ilustraciones a mano alzada dispuestos sobre una simulación de pizarra la cual se trasforma en ícono máximo de este producto. La razón de apelar a la misma? Luego de la investigación realizada junto al equipo de marketing de Cervecería Chile, Pierini llegó a la conclusión de que la michelada es un trago que se disfruta compartido, es informal, alegre y que, en muchas ocasiones, forma parte de la cultura de bares y restaurantes tradicionales. El imaginario de las pizarras escritas en tiza por esos establecimientos, se encuentra fuertemente arraigado en el recuerdo de quienes disfrutan de esta singular bebida, por lo que apropiarse de ese modo de expresión, resulta más que pertinente y se ha convertido, sin lugar a dudas, en un absoluto acierto.
Becker Michelada es un producto totalmente diferente a lo conocido dentro de la categoría y parte de ese logro es debido al especial esmero que la marca ha puesto en obtener un sabor auténtico a través materias primas de alta calidad, una elaboración artesanal y a un respeto por la tradicional receta.
Informal y refrescante, divertido y apetecible, sin lugar a dudas, Becker vuelve a demostrar su perfil innovador a través de este nuevo lanzamiento que lo tiene todo, desde lo funcional hasta lo emocional, desde lo proyectual hasta lo lúdico.